miércoles, 27 de junio de 2012

LUZ DE MI ALMA

Hoy de nuevo me sentí con miedo,
me volvió a invadir la soledad,
entonces recordé tantos momentos
en que estabas aquí conmigo
y desaparecía el silencio,
en tantas risas de complicidad,
donde olvidaba la realidad
y me hacia sentir en un mundo inverso...

Tu cabello plateado, 
las arrugas de tu duro caminar,
todos tus consejos y esas canciones
que me cantabas en mi arrullar...

Eras la luz de mi vida,
mis pasos al caminar,
la que me enseñó en este mundo,
a ser mejor persona y a saber soñar...

Te fuiste tan de repente,
dejando un vacío en mí,
tantos consejos alberga mi mente,
cuantas palabras quedaron por decir,
siempre te llevo en mí presente,
como agua fresca del mes de abril,
todas tus lecciones son ahora mi suerte,
con tan solo una mirada me hacías sonreír...

Hoy de nuevo se me eriza el alma,
quien pudiera cubrirte de besos,
y volver a esa niñez cuando me arrullabas,
cuando acariciabas mis oídos de secretos,
deshojando cada flor con tus palabras,
guiándome por un sin fin de senderos,
donde aprendí a transformar la tempestad en calma
y mi debilidad en esfuerzo...

Siempre estabas junto a mí,
con esa alegría en tu cara,
que crecía en el umbral del tiempo,
y que tu dedicación convirtió en medallas
que forjaron en mi corazón mi mayor sentimiento...

Te fuiste tan de repente,
dejando un vacío en mí,
y ahora solo me queda decir...
cuanto te echo de menos...
gracias por haber cuidado de mí.


Hoy quise hacerle un homenaje a mi abuelita a la que siempre estaré eternamente agradecida por haberme hecho la mujer que soy. Te quiero yaya.

miércoles, 6 de junio de 2012

NUEVOS SUEÑOS


Voy forjando sueños,

en mi corazón herido,
dibujando ilusiones,
con el lápiz del olvido...

Y en el aire la esperanza,
y los momentos vividos,
se resumen en bonanzas,
en sentimientos cautivos,

en odas a la alegría,
en naranjos florecidos,
en fragmentos de poesía,
en caminos del Rocío,

en toros en La Maestranza,
en flamenco y en buen vino,
en estas calles trianeras,
que me provocan suspiros,

que despiertan los rincones,
de mi cuerpo enmudecido,
cuando me hablan de amores,
y alimentan mis oídos...

y me crean ilusiones,
que en mi alma se habian ido,
un redoble de tambores,
que en el eco se ha perdido,

perfumando de azahares,
el trayecto del destino,
cantando por soleares,
pasan las aguas del río...

Y un sentimiento crece,
y se hace marinero,
navegando  por la vida,
en busca de nuevos sueños...